Ya un poco cansado, de hacer el mismo modelo, aunque bastante modificado, decidí explorar para ver si existía algún otro modelo u algunas modificaciones que valiesen la pena.

En principio investigué que viabilidad podía tener la modificación de la nariz variable. Me explico, es una nariz que dependiendo de la fuerza del viento se agranda o se estrecha (borde de ataque), aprovechando una mayor ventana y una velocidad de vuelo más constante, pero desistí por el momento al no encontrarle un aprovechamiento con resultado óptimo.

Una modificación que si hice, era que como todo el mundo sabrá, que vuela una Nasa, es que estas son bastante lentas y mayor lentitud a mayor tamaño, así que decidí probar hacerla mas estrecha partiendo de un modelo súper probado, manteniendo su ancho, es decir, preparé los planos para una Nasa de ochenta y cinco centímetros de quilla y luego la achate hasta la mitad. La dibuje en el ordenador a tamaño real y la reducí de alto, pero no de ancho. Una cosa que de momento no he probado, es que una vez cambiada de tamaño, cambiarle los triángulos o pliegues de la nariz por sus originales, es decir, a la original hacerle un duplicado y una vez achatada intercambiarle los pliegues por la de la primera.

Decidí quitarle un poco de trasero, ya que una de las maniobras que me gusta practicar, es el vuelo hacia atrás, y por mucho que lo intente no consigo superar la mitad y algunas veces los dos tercios de ventana. Así que observando, te das cuenta, que casi siempre al volar hacia atrás levanta generalmente le misma porción de vela y a continuación se arruga y pliega.

Debido a que la longitud de su quilla había menguado a la mitad, pensé que podría funcionar con un número menor de bridas, así que dejé de A1 hasta A8 y de B1 hasta B6, teniendo en cuenta que A7, A8 y B6 seguirían siendo las líneas de los frenos.

La longitud de las bridas tuve que irlas modificando sobre el terreno porque no acababa de gustarme las bolsas que se hacían y aún así posteriormente le resté alguna brida

Una vez construida, parecía un pañuelo de bolsillo, quizás algo mayor.

En vuelo era y es todo nervio, es muy radical, hay que controlar continuamente, ya que si no, entra en pérdida inmediatamente, hay que volarla con bastante freno, si no las alas empiezan a batir, quizás sea por el corte en “V” que le ha restado bolsa de hinchado. En los giros un simple toque de freno y en un ver y no ver ya te lo ha hecho.

Una vez bastante ajustada, una de las cosas que parece haber mejorado es el vuelo hacia atrás, le cuesta más plegarse y según la intensidad de viento que sople puedes ir de un lado de la ventana al otro, volando hacia atrás y con mucho control.

Esto me llevó a una construcción de la cometa a mayor escala. Cogiendo la de ciento veinticinco centímetros de quilla, la achate y seguí el mismo procedimiento, pero los resultados no fueron los mismos, así que una vez construída y probada decidí que más adelante seguiría con ella.